La interminable película de Martín Palermo cerró uno de los capítulos más emocionantes de su vida, titulado: "Superclásicos". Y se cerró como él protagónista lo había soñado e imaginado durante la semana: "Sería lindo otro gol a River", y "Lo último que le pido al fútbol es ganar el domingo", había dicho el goleador el jueves pasado en conferencia de prensa. Sus deseos se cumplieron: Le marcó su último tanto al eterno rival a los 31´del primer tiempo, y Boca ganó 2 a 0, para hacer estallar a la Bombonera con el cantito: "Palermo, Palermo...".
Luego del triunfo, el nueve dijo lo siguiente: "Pude concretar lo que deseaba, lo dije en la semana, quería darle una alegría a la gente".
La rica história de Martín Palermo frente a River, comenzó el 25 de octubre de 1997, en el Monumental. River ganaba 1-0, pero Boca lo dio vuelta con goles de Toresani y el "Titán". Ese partido fue el último encuentro oficial de Diego Maradona. Ayer, 14 años más tarde, el "Titán" se despidió de River como lo había imaginado.
Pero esto no es todo. Juan Pablo Barsky, en su columna de Canchallena.com resumió la carrera del goleador de la siguiente manera: "El debut en Estudiantes, los 1000 pesos que lo separaron de San Martín de Tucumán, la explosión en Estudiantes, el pelo platinado, la foto disfrazado de mujer, el pase a Boca, el comienzo tormentoso, el primer gol clásico en 1997, Apertura 98 y Clausura 99, récord de goles para un torneo corto (20), el número 100 con la rodilla rota, el 101 casi en muletas contra River, Libertadores 2000, la Intercontinental con doblete ante Real Madrid. La Copa América del 99 con tres penales errados en el mismo partido y un ojo en compota tras un gol a Uruguay. El frustrante paso por Europa. Villarreal y esa tribuna que se le cayó encima, Betis y Alavés sin pena ni gloria. El regreso a Boca en 2004 en una versión liviana. La vuelta del goleador salvaje con Coco Basile en 2005. Apertura 05, Clausura 06, Libertadores 07. Goles de chilena y de media cancha. Otros tristes, dedicados a la memoria de su hijo Stefano, al que recuerda con un beso en cada festejo. En 2008, el crack en la otra rodilla. El regreso en 2009 con bajo nivel, pocos goles, enojado con él mismo y peleado con Riquelme. Ese doblete contra Ghana. La convocatoria frente a Perú. Hacer llover para ir al Mundial. Polokwane. La emoción nacional y popular ante Grecia. El anuncio del retiro. Once partidos seguidos sin siquiera tocar la pelota. El murmullo y el último desafío. El gol con miedo para romper su peor racha. Después otro de taco. Otro con la frente en su rodilla. Y el de ayer, con los ojos bien abiertos y diciendo sí con la cabeza. Fuera de control, te ridiculiza en un minuto. Martín Palermo es increíble. Como el fútbol".
Y esto no termina acá. Porque si bien se despidió de River, a Palermo aún le quedan cinco partidos, y el goleador los afrontará con más optimísmo que nunca...
0 comentarios:
Publicar un comentario