ONCE TIGRES - ALVEAR FC: QUEDA EN FAMILIA...

Encuadrado en rojo, el enlace de la nota en Olé.

Los de 9 de Julio y los de La Pampa, se verán las caras el próximo domingo por uno de los ascensos al Argenrino B. "Seguro que no será un domingo cualquiera. No será un partido más. Y no se trata de fútbol, de una batalla, de una final de vida o muerte. Se trata de un particular deseo hecho realidad. Aunque uno gane y otro pierda… “Es una sensación rara. Hace cuatro meses, cuando sortearon el Torneo del Interior, que con mi viejo decíamos ‘ojalá que nos crucemos’. La chance era muy lejana en un torneo de 319 equipos. Pero se dio. Y justo en una final… Cuando empezaron las fases eliminatorias y noté que íbamos por la misma llave, contaba los partidos. Decía ‘estoy a ocho partidos de enfrentarme con mi viejo, estoy a siete, estoy a seis…”. Carlos Frisenda, un volante central de 31 años loqueado a la Brujita Verón, se emociona desde la gerencia del mayorista Diarco de 9 de Julio, donde trabaja, ante Olé mientras empieza a jugar su partido virtual contra Alfredo, su papá, de 55 años, ayudante de campo de Carlos Del Pópolo en Alvear", dice el diario deportivo mas popular de la Argentina.

El representante de la familia Frisenda en Alvear FC, tiene un reconocido recorrido por las categorías menores del fútbol nacional: “Yo conozco mucho el Ascenso. De hecho, recuerdo cómo me marcaba el Loco Santorelli, el DT de Once Tigres, cuando yo jugaba para Comunicaciones y él para Chacarita. Yo ascendí con Argentino de Quilmes, fui goleador de un campeonato con Colegiales, pero sin dudas, nunca habrá algo mejor que lo que me pase el domingo”, le cuenta Alfredo al diario. Actualmente, Frisenda padre, es jubilado de un frigorífico y está radicado en La Pampa desde hace años, donde su hijo se crío y donde hoy dirige las escuelitas de fútbol del predio de los Empleados de Comercio.

Olé tambien destaca la gran campaña de los nuevejulienses, y la llagada de Alvear hasta la final, luego de un arranque complicado en el TDI: "Sobre 16 partidos jugados, ganó 12 y empató cuatro. Los seis refuerzos que trajo Santorelli desde la Primera B se acoplaron más que bien al campeón todoterreno de 9 de Julio. En las semis, le ganaron de ida y vuelta al poderoso e histórico Kimberley marplatense –en una revancha (4-2) con incidentes-. Lo de Alvear sonó a milagroso. En la primera fase, en zona de grupos, arrancaron perdiendo los primeros dos partidos. Y cuando había olor a eliminación, ganaron cuatro seguidos, clasificaron, y desde allí no los paró nadie. Incluso llegaron a la final empatando en Comodoro Rivadavia ante Newbery y luego goleándolos 4-0 en La Pampa, en un partido que la barra visitante suspendió a falta de 20 minutos para evitar recibir más goles. Así que, segundos afuera, se viene Once Tigres-Alvear, Alvear-Once Tigres. Se viene el duelo de los Frisenda".

Alfredo y Carlos Frisenda

Así imagina el partido Frisenda padre: “Será difícil. Si mi equipo hace un gol lo voy a gritar pero a su vez le estoy haciendo un mal a mi hijo. Mis nietos no saben todavía a quién alentar, si al padre o al abuelo. La sensación es única. Pero también hay algo muy cierto también. Tenemos que estar orgullosos de quiénes somos. Al menos, en la próxima temporada, habrá un Frisenda en el Argentino B”.

Y así lo ve Frisenda hijo:“Es un partido, un deporte. Uno gana y el otro pierde. Disfrutaremos encontraron. Para él será más difícil porque está afuera. Pero el hecho de que él pueda verme a mi, y que yo lo pueda ver a él es impagable. No pienso en lo malo. Después dios dirá. Además estoy contento porque volveré a La Pampa a ver a mis viejos. Por el trabajo y el fútbol, son ellos los que hacen los 330 kilómetros para visitarme. Ahora podré volver yo al lugar donde me hice jugador”

Quizás, si la promoción ayuda al que pierde la final, hayan dos frisendas en el Argentino B. Sin lugar a dudas, queda en familia...

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